15 de abril de 2017

Génesis, de Darío Lancini


No palíndromo Génesiso poeta venezuelano Darío Lancini (1932-2010) constrói, com 2.627 caracteres ou 668 palavras, um denso esquete no qual contracenam os personagens Adão, Eva, Iavé, Satã, A Voz, entre outros, em intertextualidade com o Velho Testamento.


"Solos seres somos
y serenatas has oído"

GÉNESIS

LUZ: A Eva la raza.
CAOS: Rever la Nada.
DIPSA: Yo sí soy yo.
GÉNESIS
Nada… ¡Luz!
—¿A ti, necio eterno, he temido?
DIOS: Ah, Satán, eres sabio, lo sé. Vaya Dipsa. ¡Adán, al alba haya sol!
ECO: Dudo…, dudo; celosa ya habla la Dipsa, la oí. Decid, ¿el divino Yavé a Adán animó?
DEMONIO: Yo soy luz. ¡Ah! O eres o no eres. ¿Has oído, Dios? ¿Ahora vas a dudar? ¡Oh! Al revés yo voy a misa.
LA NADA: Yavé, no reiré si te domina Satán. Eres simio.
DIPSA: Yo soy Dipsa. Se ver las edades al ocaso. ¿Y Adán… al Edén robó sal o no, Yavé? A Eva yo daba la serenata. Sobornada yace, parirá. ¿Peca, Yavé? Adán robó saliva con sal. ¿Eres o no resoluble? Yo soy la sed.
YAVÉ: Odio… Ah, Satán, eres odio. ¡Ah Dipsa!
LA VOZ: Oh, al oír la Nada… Oh, ¿cesará su sed? Adán al reconocer la luz a Eva le da el botín. Echó Adán al río las edades al nadar. ¡Oh!, es Eva, y yo soy dipsas. Amén. Agraza la Nada. Si osas, Eva, pide, todo te doy: seria soledad, aromas en esa torre… Di, te daré goce raro. ¿Has oído? Dime tú, ¿tierno soy? Dipsa yo soy… Adán, sé ver la Nada.
ADÁN: Yo soy Adán.
YAVÉ: Yo soy Yavé Dios. Oíd.
EVA: Y yo soy Eva, Yavé. Aroma yo doy. ¿Nada seré?
ADÁN: Eva, yo di vid en racimo.
YAVÉ DIOS: Oíd, yo solo soy nada.
ADÁN: (Al oído) — Eva, yo dudo. ¿Celos y amor? Asaz razono, dudo… ¿No hubo Dios? ¡Ah, Dipsa, eres áspid!
EVA: Yo no dudo, no temo. ¡Sé mío! En racimo bebo ese deseo.
YAVÉ: Yo haré mi casa cimera hoy. Yo soy Yavé.
Adán aloja bajo la luz. Alegre vi mi verdad. No baldaba la Nada. Yavé a los seres solaza.
¡Parid, Eva, y yérgase esa grey!
Abel gime… Mi gleba nada dará si allá Caín orinó con ironía.
¿Calláis? ¡Arad, Adán!
«¡Abel!», gime mi gleba. ¡Yérgase esa grey!
Yavé dirá: «¡Paz a los seres! ¡Sol a Eva y Adán!» Alabad la bondad.
Reví mi vergel azul. Aloja bajo la nada Eva, y yo soy Yo. Haré mi casa cimera hoy.
EVA: Yo ese deseo bebo, mi carne oí. Me someto. No dudo, no. Yavé.
DIPSA: Seré áspid. ¿Has oído, Búho? No dudó, no. ¡Zarzas, aroma y sol!
ECO: Dudo…
YAVÉ: Odio la Nada. ¡Adán, yo solo soy Dios! Oíd.
EVA: Yo mi carne divido.
YAVÉ: Nada eres.
ADÁN: Yo doy amor a Eva.
YAVÉ: Yo soy Yavé Dios. Oíd.
EVA: Y yo soy Eva, ¿y nada yo soy? ¿Nada…?
ADÁN: Al revés NADA yo soy.
ÁSPID: Yo sonreí. Tu temido dios ahora recogerá de ti derrotas en esa morada de los aires. Yo de todo te di… Pavesa sois, Adán. Al azar gané más, Áspid yo soy.
YAVÉ: Se horadan las edades al oír la Nada. ¡Oh, Cenit, oblea del Ave azul!, al reconocer la Nada de sus aras echó Adán al río la hoz oval.
ÁSPID: Ha oído, serenatas ha oído Eva, y de sal yo soy.
EL BULO: «¡Ser o no ser…!» El asno cavila.
Sobornada Eva yace, parirá, peca, y Adán robó.
SATÁN: Eres alabado, Yavé. ¿A Eva yo no la soborné? De la nada yo saco las edades al revés. Áspid… yo soy áspid. Oí mis serenatas. ¡Ánimo!
De ti se rieron Eva y Adán. A la sima yo voy. Se ver la hora. ¿Dudas, avaro? ¿Has oído?
DIOS: Ah, ¿seré o no seré? ¡Oh, azul yo soy! Oí. No me domina nada. A Eva yo ni vid le di, cedió al áspid. ¡Al alba haya sol!
ECO: Dudo…, dudo; celosa ya habla la Nada.
ÁSPID: (A Yavé) — Solo ibas. Serenatas has oído. Dime, ¿te honré, te oí? ¡Cenit azul, Adán sí se negó y yo sí soy Áspid! Adán al reverso a cazar al Ave azul sí se negó.
DIOS: Ah, Satán, eres y somos seres solos.