Outubro
Prostrado estava eu na terra, frente
aos infinitos campos de Castela,
que o outono envolvia na amarela
doçura de seu claro sol poente.
Tão lento, o arado paralelamente
abria a gleba escura, e a singela
mão aberta deixava o grão naquela,
em sua entranha exposta honradamente.
Pensei tirar meu coração, jogá-lo,
pleno de seu sentir alto e profundo,
no largo sulco do terreno terno,
para ver se ao rompê-lo e ao semeá-lo
a primavera mostraria ao mundo
a árvore pura do amor eterno.
(trad. Fábio Aristimunho)
O original:
Octubre
Estaba echado yo en la tierra, enfrente
del infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno;
a ver si con romperlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.
(Juan Ramón Jiménez)